Alberto Campo Baeza a lo largo del texto hace una analogía entre la arquitectura y el hecho de subir escaleras, pues no se deben subir las escaleras a toda prisa y menos de dos en dos, al igual que ocurre con la arquitectura, no se deben forzar los tiempos.
El arquitecto hace referencia a todos los futuros arquitectos, que se plantean una y otra vez qué es la arquitectura, si merecerá la pena estudiarla, cómo se hace e incluso quién es el arquitecto.
Respecto a quién es el arquitecto, Alberto Campos Baeza, llega a compararlos con un Dios. No es fácil ser arquitecto, requiere de mucha constancia, esfuerzo y sobre todo una maduración mental muy especial, pues el arquitecto debe saber construir desde una pequeña casa hasta un descomunal edificio.
La carrera de arquitectura se puede estudiar en diferentes universidades de toda España, sin embargo, este arquitecto nos recomienda la ETSAM ( Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid) lugar donde estudió él y donde actualmente imparte la docencia. También habla de universidades europeas como son la ETH de Zúrich y la EPFL
de Lausanne en Suiza.
En el texto, deja claro que la base de esta carrera son los proyectos, que son un poco más importantes, pero no mucho más que las estructuras, materia que se centra en el interior de la arquitectura. Asimismo también hace hincapié en asignaturas como historia de la arquitectura y construcción.
Alberto Campos Baeza, asegura que antes de ponerse con todos los aspectos nombrados anteriormente, un buen arquitecto debe de interesarse por el dibujo, la fotografía, la escritura, la lectura e incluso reflexionar sobre la arquitectura.
Para concluir, el arquitecto nos ánima a todos los futuros arquitectos a hacer una maqueta de nuestra casa ideal, para que en un futuro y a medida que vayamos aumentando nuestros conocimientos, seamos lo suficientemente críticos con nosotros mismos como para poder mejorar esa maqueta que un día realizamos sin tener apenas idea de que era la arquitectura.